No soy un esnob.
Por lo tanto, no haré una reseña en la que diga que The Great Gatsby el libro es mejor que la adaptación de Baz
Luhrmann. En cambio voy a hacer una reseña comparativa en la que contraste el
libro y la adaptación de Jack Clayton, de 1974 – la mejor adaptación y la más
conocida de Gatsby hasta ahora – con
la adaptación de Baz Luhrmann, para iluminar ciertos puntos a favor de esta
última. Me parece que es buena y arroja luz innovadora sobre esta
historia que es importante notar.
La película
comienza con Nick en un sanatorio. Al parecer sufre de alcoholismo, ansiedad,
irritabilidad y otra serie de problemas. Esto, desde luego, no sucede en el
libro: el libro comienza con Nick narrando, y no sabes dónde o
en qué condiciones se encuentra. Lo
único que sabemos de Nick, en el libro, es que escribe la memoria de Gatsby dos
años después de la muerte de su amigo, y ya. Más de eso no sabemos: no sabemos si al final de la historia es rico o está casado – no sabemos qué sucede con él. Y en la adaptación fílmica de 1974 solamente
lo vemos salir de la casa de Gatsby y caminar en el crespúsculo de la tarde. El
hecho de que la adaptación del 2013 ofrezca una interpretación del estado de
Nick Carraway después de los eventos del verano de 1922 es muy enriquecedor; después
de leer el libro, yo, por lo menos, nunca imaginé verlo en aquel estado, lo
cual responde a algunas preguntas que tenía respecto a él después de terminar
el libro.
Hay dos
características de Jay Gatsby que vi en la película que me sorprendieron. En
primer lugar, Gatsby es un mafioso y, por lo tanto, tiene un lado oscuro. Un
gran acierto de esta película es mostrar precisamente este lado oscuro que no
se ve ni en el libro ni en la adaptación de Clayton: su exasperación al hablar
por teléfono con sus colegas, el hombre que los sirvientes de Gatsby golpean
por armar un escándalo en la fiesta – ambas cosas propias de un mafioso. El
otro aspecto es su ansiedad por Daisy. Esto lo vemos en el libro, mas no en la adaptación
de Clayton; en la adaptación de Clayton vemos a un Gatsby tranquilo y hasta
melancólico por el rechazo de Daisy. En la adaptación de Luhrmann vemos a un
Gatbsy más humano en el sentido de que, si este hombre ha anhelado a una mujer
durante tanto tiempo, desde luego que debe mostrar una desesperación infantil
al verla de nuevo después de tanto tiempo. El Gatsby de Luhrmann es, pues, más
verosímil que el Gatsby de Clayton.
Otro
aspecto loable del Gatsby de Luhrmann es el misterio a su alrededor. El Gatsby
de Clayton proyecta misterio, pero las constantes llamadas hacia el Gatsby de Lurmann, su
evidente molestia y precaución de esconder un secreto, lo que al final resulta
ser su carrera de mafioso, es un gran acierto de la película, que, a medida que
avanza, da la información necesaria sobre el pasado de Gatsby. En este sentido la adaptación de Luhrmann le
es fiel al libro: ambas son historias detectivescas.
El aspecto
más verosímil y conmovedor de la película es la pelea entre Tom y Gatsby. Sin
embargo, para explicar esto hay que psicoanalizar a profundidad la personalidad
de Gatsby. James Gatz, el verdadero nombre de Jay Gatsby, es un chico
avergonzado de sus orígenes humildes – de sus padres, su falta dinero, su
pobreza. Y es a partir de esta vergüenza que James Gatz crea un personaje
nuevo, con nombre diferente, con trasfondo distinto (mientras James Gatz es de
origen humilde, Jay Gatsby es de origen rico, casi aristocrático). A esto, en
términos psicológicos, se le conoce como formación reactiva. La formación
reactiva es un mecanismo de defensa en la que se lidia con una emoción dolorosa, haciendo exactamente lo opuesto de manera exagerada: de un chico
pobre, Gatz pasa a ser un hombre rico, Gatsby, que no escatima en sus recursos
para conseguir lo que quiere, hace fiestas espléndidas y desmesuradas, manda a
traer ropa directamente de Inglaterra y llena la casa de Nick con flores costosas para recibir a Daisy. Sin embargo, esta manera de lidiar con
la vergüenza de ser pobre no la elimina; como una espina
enterrada, Gatsby simplemente cubre con un velo esta herida para que nadie ni
remotamente la sospeche y mucho menos la pueda tocar. Tom es el único que la
alcanza a ver, a tocar y hasta enterrar de nuevo. En la escena en el hotel,
cuando lo confronta, Tom le recuerda a Gatsby que él no es igual que los demás
– Tom le recuerda que es pobre y siempre lo ha sido y carece de aquello que los demás tienen: alcurnia de nacimiento. Tom, al decir esto, toca la herida velada de Gatsby, ante
lo cual Gatsby reacciona desesperada y violentamente, pidiéndole a Tom, a
gritos, que se calle, amenazándole con el puño. Esta reacción devela qué tan
herido se encuentra Gatsby por dentro, a pesar del aire de calma y seguridad
que demuestra durante la mayor parte de la película. Esto, desde luego, no lo vemos en la
adaptación de Clayton, en la que Gatsby siempre se ve tranquilo y calculador,
confiado de que Daisy lo escogerá a él y no a Tom. Luhrman es más fiel a
Gatsby, incluso más que Fitzgerald, ya que en el libro no encontramos esta
explosión de resentimiento y desesperación. Acto seguido Daisy comprende
que no quiere verse inmiscuida con un mafioso e impostor, y escoge a Tom, lo
cual es congruente, congruencia que no vemos en la adaptación de Clayton en la
que Daisy simplemente sale corriendo por ninguna razón en especial – inclusive
a pesar de que Gatsby incluso se burla de las acusaciones de Tom.
The Great Gatsby, el libro, no contiene más que un solo chiste;
el resto es profunda y pesada reflexión y narración de los hechos. La adaptación
de Clayton es igual, no contiene chistes ni humor: en ese sentido solemne le es
fiel al libro. La adaptación de Luhrmann es divertida y graciosa en muchas
escenas, incluyendo el reencuentro de Gatsby con Daisy y Nick bailando con
Catherine, la hermana de Myrtle, lo cual es gracioso, ya que una
de mis críticas personales hacia la historia y narrativa en general es su
asfixiante solemnidad. Inclusive una novela solemne como Pedro Páramo de Juan Rulfo contiene más chistes, humor y sarcasmo
que The Great Gatsby el libro.
Hay una
característica, que más bien es duda, de Nick Carraway que me hubiera gustado
ver en la película: su posible bisexualidad. En la escena en la que Nick acompaña a Tom a encontrarse con Myrtle en Nueva York, y ambos, junto con Catherine, la hermana de Myrtle, y los McKee terminan haciendo una fiesta en el cuarto de hotel (escena que vemos tanto en el libro como en ambas adaptaciones), Nick, únicamente en el libro, narra cómo abandona la fiesta con McKee y en el siguiente párrafo dice que McKee se
encuentra leyendo un álbum de fotografías en su ropa interior. Este ambiguo
pasaje ha generado un gran debate entre críticos y académicos, respecto a la sexualidad de Nick la importancia de esto. En mi opinión, Nick es bisexual - este pasaje y otras curiosas descripciones del aspecto de Jordan Baker lo demuestran -, lo
cual es importante. Porque una característica funamental de Nick que se repite en la adaptación de Luhrmann, y no en la adaptación de Clayton, es su dualidad: el hecho de estar “adentro y
afuera, simultáneamente atraído y repelido por las variedades [si saben a lo
que me refiero] de la vida”. Su bisexualidad refuerza precisamente esta
dualidad.
En la adaptación
de Luhrmann hay otro aspecto de Nick que es importante también de señalar: su
alcoholismo. En el libro Nick menciona que solamente ha estado ebrio dos veces
en su vida y la segunda fue esa tarde en el departamento de Tom con Myrtle y su
hermana. Sin embargo, esta escena incluye a Nick escribiendo sobre su cuaderno,
anotando que él solamente ha estado ebrio una
vez en la vida y acto seguido tacha una
y escribe dos. Lo cual me parece ambiguo y a la vez revelador: Nick se
encuentra en el sanatorio debido a, entre muchas cosas, su alcoholismo. Por lo
tanto, el hecho de que diga que solamente ha estado ebrio una y luego dos veces
en la vida hace sospechar de su veracidad como narrador de la obra: si se
encuentra internado en un sanatorio por su alcoholismo, ¿por qué escribe que
sólo se ha embriagado dos veces? Esta mentira me hace sospechar aún más de la
entera narración de Nick en el libro, porque aunque evidentemente ambos Nick
son diferentes entre sí, quizá habría que replantearse hasta qué punto es
fidedigna la narración de Nick en el libro.
Uno de los
aspectos que sí me decepcionó de la adaptación de Luhrmann es la relación entre
Nick y Jordan. Tanto en el libro como en la adaptación de Clayton, vemos que ambos tienen una relación, que al final termina debido a que Nick no
soporta la deshonestidad de Jordan – cosa que también solamente se ve en el
libro y en la adaptación de Clayton. Para mí esta relación es importante para
mostrar la afinidad entre Gatsby y Nick, la razón por la cual Nick toma partido
por él y no por Tom. En la adaptación de Luhrmann parece que la relación tiene comienzo
y futuro, pero a medida que la película avanza la relación se abandona a favor
de la relación entre Gatsby y Daisy, y al final da la sensación de que
solamente había atracción entre Nick y Jordan pero no pasa nada más.
Por último la
llamada telefónica al final que recibe Gatsby al final de la película es un
aspecto que me deja con sentimientos encontrados. Tanto en el libro como en la
adaptación de Clayton Gatsby muere sin recibir una llamada, creyendo que ha
perdido a Daisy por siempre. Así como el mismo Fitzgerald murió de un ataque
al corazón a los 44 años, creyéndose un escritor fracasado, sin haber obtenido en la vida aquello que quería y anhelaba. Me hubiera gustado
en esta ocasión ver que Gatsby de nuevo muere en la derrota; hasta cierto punto
aquella llamada de Nick, que Gatsby cree es de Daisy, lo redime y lo hace morir
trágica pero inclusive esperanzadamente. Esto, me parece, funciona en
el sentido de que Gatsby siempre mantiene vivo el anhelo y la esperanza de que
Daisy algún día regresará con él. Al final de la película, con esa última
llamada, Gatsby parece de nuevo esperanzado por la latente posibilidad de
Daisy, cuando en realidad el espectador sabe que Gatsby ha perdido a Daisy, lo cual es
otra manera de hacernos ver su fracaso. Me gusta el hecho de que Gatsby muera
aún queriendo ir hacia Daisy. Es karma que Gatsby se llevaría a su siguiente vida.
¿Por qué muchas veces la adaptación de un libro resulta desastrosa a comparación del original? ¿Por qué los libros resultan ser mejores que sus películas? La respuesta es simple: los libros están hechos para ser leídos, no para ser vistos. Personajes, tramas, escenerios, los conocemos a través de la prosa, del lenguaje y de algún estilo en particular. Si se adaptara Cien años de Soledad de García Márquez al cine, probablemente sería un gran fracaso, ya que el protagonista de Cien años, más que José Arcadio Buendía o Macondo, es la prosa con que está escrita - y la prosa muchas veces es intraducible al cine. Lo mismo sucede con The Great Gatsby. Fitzgerald en este libro parece llegar a las esferas más altas de su capacidad narrativa, lo que da como resultado una prosa musicalmente impecable, poética, ambigüa, que comunica más allá de lo que aparenta. Aún así, The Great Gatsby de Luhrmann es una
adaptación que en algunos aspectos supera a la adaptación de Clayton, la adaptación
de Gatsby más conocida hasta ahora, e
incluso al mismo libro - esto último debido en gran medida a que Luhrmann hizo un estupendo trabajo de investigación , acudiendo incluso al primer borrador de Gatsby titulado Trimalchio, muy diferente a Gatsby, que todo académico y lector interesado en Fitzgerald y en Gatsby debe leer. Desde luego hay elementos que la adaptación de Luhrman
deja fuera: imágenes, símbolos y metáforas, como la importancia de los malos
conductores que comentan Nick y Jordan, la importancia del pasto de las casas
de Nick y Gatsby y la simbología de los colores. Pero en general me parece una adaptación
rápida e intrigante que funciona por sí misma y que arroja luz sobre una historia que es engañosamente simple pero es más profunda, compleja y devastadora de lo que podríamos pensar.