A usted estos versos, por la gracia consoladora
De sus grandes ojos, en donde ríe y llora un dulce sueño,
A su alma pura y tierna, a usted estos versos
Que vienen desde el fondo de mi violento desamparo..
Oh, la terrible pesadilla que me acosa no reposa, ‘
Y celosa, furiosa y loca va y se multiplica
En una manada de hambrientos lobos
Que zamarrean mi suerte hasta matarla.
Y sufro, oh yo sufro en mi tormento, que hasta
El primer gemido del expulsado original
Del Paraíso es apenas una égloga a mi lado.
Y las penas que usted pueda pasar son
Como golondrinas surcando un cielo azul
En una bella y suave tarde del cálido septiembre.