Eres tan injusta, justo como son,
Puesto que sabes que a mi corazón
Tú eres la más preciosa y rara joya.
Sin embargo, hay quienes dicen
Que tu rostro no vale ni un leve suspiro.
La fuerza no tengo para desmentirles,
Aunque me lo jure yo a mí mismo.
Y para que sepas que es cierto el juramento
Más de mil gemidos, pensando en tu hermosura,
Son la mejor prueba que tu piel oscura
Es lo más hermoso bajo el firmamento.
Porque en nada eres tan cruel más que en tu lujuria,
Pero es solamente esto lo que se te acusa.