martes, 19 de marzo de 2013

Algunos detalles escondidos acerca de Y tu mamá también

Mucho se ha escrito cerca de Y tu mamá también. Muchas interpretaciones de la película convergen en la idea de Y tu mamá también como un comentario político – ambos personajes representan las respectivas clases sociales de las que provienen: Tenoch Itubirde, un príncipe con ascendencias indígenas, y Julio Zapata, un chico de clase media que representa la explotación y el resentimiento de la clase media. También existen interpretaciones respecto al contexto socio-cultural de la película: una alegoría que pronostica el futuro de México: ambos personajes, no pudiendo resolver sus propios resentimientos y conflictos, se separan, lo que devela una falta de cooperación entre las clases sociales en México y lo que a su vez derivará en un país dividido y aislado, aunque, según informa el narrador, el país tenga un cambio al cambiar de presidente en el año 2000. Sin embargo, hay detalles que debemos notar en la película. Algunos están escondidos, otros no tienen en apariencia sentido; sin embargo, estos detalles son importantes que ayudan al tema principal a construir el mensaje que Y tu mamá también plantea comunicar.

Un aspecto importante en la película es el resentimiento que existe en realidad entre Julio y Tenoch. Lo palpamos, por ejemplo, cuando Julio insulta a Julio llamándolo “naco”. Según la RAE, naco significa indígena. En México la palabra indígena está asociada con la pobreza y/o la ignorancia. Por lo tanto, para Julio Tenoch es un pobre ignorante. En la película nunca se ve, pero en la escena de la cena en la playa, Tenoch dice que Julio lo ha llamado “fresa” y “acomplejado”. Sin embargo, este rencor es mucho más profundo de lo que aparenta. Porque el rencor estriba de la clase social del otro: mientras Julio resiente la riqueza seguramente corrupta de Tenoch, éste desprecia a Julio por pertenecer a la clase media.

El resentimiento entre clases sociales es fuerte. Éste es precisamente el caso de México en Y tu mamá también; lo vemos cuando tanto Julio como Tenoch se confrontan por las respectivas infidelidades de sus novias: mientras que Tenoch, alegoría de la clase alta, cuestiona enojado, mas no violento a Julio, Julio sí es agresivo y violento contra Tenoch, quien, mostrando de nuevo su temor hacia la fuerza de la clase media, se esconde en el carro, sube la ventana y pone el seguro a la puerta. Y la manera de sentirse superior a Julio, Tenoch lo insulta llamándolo naco. A Julio no parece importarle este insulto, amenazando que “este naco te va a partir toda tu madre”. Éste es un comentario político, económico y social, y lo que Cuarón pretende decir es que ni una ni otra clase hace algo por el mejoramiento de la sociedad en común. También hay que notar que esta indiferencia por el país resulta que otros se aprovechen de él: los cerdos destrozan el campamento simbolizan la clase baja de México, que, no teniendo ningún control, destrozan a México. Tiene coherencia, ya que el narrador dice que los cerdos fueron sacrificados y consumidos en una fiesta popular. Sin embargo, no me gusta que se compare a la clase baja con cerdos. Los cerdos, para mí, representan precisamente eso: cerdos pertenecientes a la clase baja que pueden destrozar un campamento cuando las clases alta y media se encuentran divirtiéndose y olvidan su país.

Otro personaje que debemos analizar es el padre de Ana. Según el narrador, el padre de Ana es un periodista convertido recientemente a la política, que trabaja como director de logística en un Instituto de cultura y que se refiere a Tenoch como “el junior”. Este apodo comunica la envidia que tienen los intelectuales que aspiran a ocupar cargos políticos dentro del mundo cultural, a diferencia de los políticos de abolengo.

Los padres de las novias de Tenoch y Julio también son interesantes. La película abre con una escena de sexo entre Tenoch y Julio y al terminar el narrador nos dice que Tenoch ha pasado la noche en casa de su novia. Julio, por otra parte, sólo se pudo quedar con Cecilia hasta la cena. En el caso de Tenoch sólo podemos imaginar los pensamientos de la madre de Ana: profesora del Centro de Estudios para Extranjeros, aprueba por conveniencia que su hija tenga una relación con el hijo del sub-secretario de Estado. La madre de Cecilia, en cambio, califica de inocente el noviazgo entre su hija y Julio, y su esposo no desea que la relación entre ambos llegue demasiado lejos.

Un personaje interesante en la película es la hermana de Julio, Manuela, “La Boinas”. Con este personaje Cuarón de nuevo hace una crítica social. Manuela, al igual que Julio, pertenece a la clase media; sin embargo, ambos son muy diferentes. Julio y Tenoch, al principio de la película se encuentran en el carro y Julio se queja de la manifestación:

Puta madre, piche tráfico, carajo, seguro ahí anda la necia de La Boinas armando otro desmadre en otra puta manifestación.

La Boinas, nos dice el narrador, estudia Ciencias Políticas en la UNAM, llevará ropa y víveres a Chiapas, y tiene un compromiso social: hace manifestaciones, que beneficiarían de lograr su objetivo, a gente indiferente de la clase media, como su hermano Julio. Sin embargo, Julio no hace nada por su clase ni por su país; solamente se interesa por sí mismo. Incluso él lo deja implícito cuando, en la escena de la playa en la noche, Tenoch le encara su materialismo, llamándolo arribista, por resentir a Tenoch y aun así ir a las casas de este último. Julio a esto responde lo siguiente:

¡A huevo! Para agarrar un cachito de lo que se roba tu papá, cabrón.

Con esto Cuarón parece decir que en la clase media hay gente comprometida con la sociedad y los indiferentes y egoístas que califican los esfuerzos de los comprometidos como “necios”.Julio es un personaje de clase media que está enfrascado únicamente en su hedonismo.

Este detalle también se conecta con la escena en la que un personaje de aspecto campesino le regala un sombrero a Julio. Con este gesto, el personaje establece la relación entre él mismo y Julio – ambos comparten el olvido y el desprecio de la clase alta, simbolizada por Julio, a pesar de que Julio es, en palabras de Tenoch, un arribista.

Por un momento también en la escena de tráfico vemos la simpatía que tiene Tenoch por la revolución y al mismo tiempo por el desprecio que siente por la gente de su clase, gente adinerada. Cuando Julio se queja de la manifestación, Tenoch dice que los manifestantes están en todo su derecho. Además, Julio llama “pendejo” a Tenoch cuando éste dice que su padre le quiere quitar el carro por no querer hacer área tres en la preparatoria, para luego estudiar economía. Julio, quien tiene un carro viejo, ve el aspecto impráctico y absurdo de renunciar a un buen carro, solamente por el también aspecto impráctico de estudiar literatura y ser escritor. Tenoch a esto responde:
Me cagan los economistas… Por mí todos esos ojetes se pueden ir a chingar a su pinche madre
Tenoch, al parecer, reniega cómodamente de su lugar de origen (su padre es seguramente economista). Sin embargo, aprovecha su poder económico y las ventajas que le ofrece ser hijo de un político importante.

Debemos notar que, al final de la película, Tenoch abandona su sueño de ser escritor y opta por tomar el rumbo de economista. Esto es importante porque devela el conflicto interno que vive Tenoch: En la boda de su hermana, Tenoch conoce a Jano, quien le dice que para ser escritor hay que “haber vivido y madurado la vivencia”. El viaje y la noche con Julio es una vivencia; sin embargo, es una vivencia que Tenoch no ha querido madurar, ya que le supone una vergüenza sus inclinaciones homosexuales. Por esta razón, al final de la película, el narrador nos dice que Tenoch, dos meses después de su rompimiento con Ana, comienza una relación con su vecina. Iniciar tan rápidamente otra relación no es algo extraño; sin embargo, según el narrador, a Julio le toma nueve meses comenzar a salir con una chica de su clase de francés. Esto revela mucho de ambos personajes, ya que, en la realidad mexicana, ser homosexual es lo peor que puede ser un hombre: Para Tenoch, esto es aún más insoportable, ya que él es rico, culto e hijo de un político: a Tenoch le pesa más la homosexualidad, al parecer. Julio, por otra parte, es un chico de clase media que no tiene una imagen de clase alta que cuidar; por lo tanto, él, durante nueve meses, digiere su aventura con Tenoch y podemos ver que se siente cómodo y bien consigo mismo de reconocer que tiene tendencias homosexuales. Ya que, al final de la película, el narrador nos dice que ambos nunca volverán a verse; sin embargo, esto parece ser debido a que Tenoch no quiere ver a Julio (Tenoch durante todo el momento del café tiene los brazos cruzados, está tenso y nervioso, prueba de que no se siente cómodo con su escondida homosexualidad). Julio, por otra parte, desea renovar su amistad con Tenoch al preguntarle si se pueden ver después: Nos hablamos, ¿no?

Otro personaje interesante y clave en la película es “El Saba”. Aparece en tres escenas y se le alude en varias ocasiones; sin embargo, juega un papel importante porque representa la juventud de México en algunos aspectos. El Saba experimenta con drogas y sexo colectivo y, al final de la película, nos enteramos por Julio que se ha mudado a Real de Catorce. Esto es significativo y se conecta con la sexualidad indómita de Julio y Tenoch. Ya que Real de Catorce es un lugar de peregrinación en México y un lugar sagrado para la el pueblo Wirrarika. Pienso que lo que Cuarón nos quiere decir con el destino de El Saba es que la experimentación de las drogas y la experimentación sexual – ambas son maneras de contactar la espiritualidad. No olvidemos que el acto sexual, en términos psicoanalíticos, es una manera de regresar a la unidad con la madre antes de nacer – una unidad que a la que también se le califica de sagrada. Por lo tanto, que El Saba al final de la película se encuentre en Real de Catorce implica que su búsqueda en las drogas y en el sexo resultó fútil, y que el siguiente paso, para él, es el lugar místico y mágico de los Wirrarika, al cual se va para buscar la cura para su hambre existencial. También hay que notar que el aspecto espiritual de Real de Catorce es un aspecto autóctono de México – es espiritualidad indígena y no católica; es decir, El Saba no se fue a un peregrinaje hacia la Basílica de Guadalupe, sino a un lugar propio de la cultura prehispánica. Este personaje bien puede ser un comentario de Cuarón acerca de la importancia de rescatar la espiritualidad olvidada de las culturas indígenas por encima de la católica.

Y tu mamá también es una película acerca de orfandad. Tenoch, Julio, Luisa y Jano parecen compartir el lazo de padres ausentes. El padre de Tenoch, además de corrupto, es un político servicial con los más poderosos. Hay que recordar la manera tan laudable con la que halaga al presidente en la boda:

Quiero agradecerles a todos su amable presencia a esta humilde celebración, y en especial al señor presidente de la república y a su encantadora esposa… a pesar de la complicada agenda que todos sabemos tienen. Es, ciertamente, una muestra de su enorme sencillez. Ante tan distinguida presencia…

Sin embargo, el padre de Tenoch parece ser un padre ocupado solamente en su carrera, razón por la cual es tan servicial con los más poderosos. Hay que recordar que no acepta que su hijo estudie literatura – él quiere que estudie economía. Podemos decir entonces que el padre de Tenoch es un padre ausente, así como lo es el padre de Jano, el primo de Tenoch, el padre de Julio, quien se fue de la casa cuando éste tenía cinco años, y los padres de Luisa, quienes murieron cuando ella tenía diez años.

La madre de Tenoch es un aspecto interesante. Ama de casa, sabemos que Silvia, la madre de Tenoch, pasa la mayor parte del tiempo en cursos y prácticas esotéricas”. Sin embargo, Tenoch no parece comprender a su madre; cuando ésta llega y los chicos se encuentren fumando, Tenoch hace una cara de fastidio cuando su madre le pide tirar el cigarro que está fumando. Tenoch no parece tener una buena relación con su madre, quien se encuentra muy ocupada atendiendo cursos y prácticas esotéricas. Hay que también tomar en cuenta su nombre, Silvia, proveniente del latín, que significa “la que vive en los bosques”, lo cual describe su personalidad: en simbología Jungiana, el bosque simboliza la mente; la madre de Tenoch, al estar al pendiente de sus prácticas esotéricas, no sale de su mente y por lo tanto no tiene una relación estrecha con Tenoch. Silvia solamente se preocupa por la apariencia y el materialismo de los eventos sociales. En la boda, después de que Julio y Tenoch le tiran la bebida a Jano, el primo de Tenoch, la madre de Tenoch quiere que Jano se ponga otro traje: “no me hagas esto”, le dice a Jano, y se lo lleva para que se cambie y se encuentre presentable para cuando conozca al presidente.  Sin embargo, a pesar de que la madre de Tenoch parece estar interesada en el aspecto espiritual y emocional, esto resulta falso, ya que al mantener relaciones sexuales con Julio demuestra un aspecto físico necesitado de atención, lo cual también comunica una relación pobre entre ella y su esposo, quien, podemos imaginar, al ser un político poderoso, ha de tener amantes que se ocupen de él.

El caso de la madre de Julio es diferente: no se ocupada de prácticas esotéricas ni ha muerto como en el caso de Luisa; aun así, sabemos que es secretaria de una empresa transnacional y podemos asumir que está ocupada la mayor parte del tiempo en el trabajo. Por lo tanto, podemos afirmar que Julio también tiene una relación poco estrecha con su madre, como es el caso de Tenoch. Esto lo vemos también en la escena post-coito entre Julio y Luisa. Luisa va en busca de Tenoch, quien se encuentra muy resentido con Luisa. Ésta le pregunta qué sucede, si finalmente su plan ha resultado con éxito – ambos se han acostado con ella. Tenoch, aún molesto – más bien encaprichado – no sabe qué responder. Esto demuestra que entre Tenoch y Julio, quien parece tener un mayor problema con su figura materna es Tenoch. Ya que hay que recordar que, después de terminar la relación sexual con Luisa, Tenoch grita “mamacita” dos veces.

Hay algunos detalles que también develan las diferencias sexuales entre Tenoch y Julio. En la escena del aeropuerto, en la despedida de sus novias, Ceci y Ana reaccionan de distinta manera cuando se encuentran con los amigos de sus respectivos novios. Ana, por una parte, parece estar muy contenta de ver a Julio: lo abraza, lo besa y se le echa a los brazos. Tenoch y Ceci, por otra parte, solamente se dan un beso simple (esto se alcanza a apreciar poco), mucho menos afectivo que el de Julio y Ana. Hay que recordar también lo que se confiesan ambos protagonistas al final de la película:

Tenoch: La neta es que sí me cogí a la Ceci varias veces
Julio: Yo también le he estado poniendo con la Ana un chingo

Aunque ambos personajes se han acostado con la novio del otro, al parecer Julio ha sido mejor amante, lo cual nos hace pensar en que su venganza contra la clase alta ha sido más violenta que la venganza de Tenoch contra la clase alta – tanto, que incluso se acostó con Silvia, la madre de Tenoch. Esto es el último triunfo, la última prueba del macho por parte de Julio.

La Boca del Cielo es otro aspecto fascinante en la película. El nombre, desde luego, es inventado por Julio y Tenoch, y alude al sexo femenino. No obstante, el lugar existe, y ambos personajes parecen sorprendidos cuando se los dice Chuy, el guía de turistas. Sin embargo, la manera en la que encuentran La Boca del Cielo es fascinante. En la casa de El Saba, pidiendo direcciones para llegar a la playa, El Saba les dice a los protagonistas lo siguiente:

Le dan a la derecha… es pura terracería… le dan hasta la playa y ya

Después de la pelea en la que Julio empuja a Luisa, el narrador dice que los tres están perdidos y que, en un intento para que Luisa no se diera cuenta de la situación, Julio gira a la derecha en un camino de terracería, justamente como lo dice El Saba. Sin embargo, esto no es casualidad. El Saba, como ya hemos visto, es un personaje místico: y que los protagonistas encuentren una playa que creían que no existía es un aspecto también místico, que apunta hacia la naturaleza mística de los actos de los personajes; finalmente la playa, en términos arquetípicos, representa la libertad (libertad que alcanzan los tres personajes: Tenoch y Julio al poder finalmente develarse su sexualidad y Luisa al morir).