Para
comprender a Gil Pender,, el protagonista hay que prestarle atención a un personaje importante
en la película – el amigo de Inés, Paul. Ya que Paul es el opuesto (que no
quiere decir diferente) de Gil, lo que en inglés se conoce como foil character. Ambos, en cierta medida, tienen una egolatría
insufrible: ambos buscan ser admirados y aplaudidos por los demás. Sin embargo, en Paul es más visible que en Gil, ya que su
pedantería es un anzuelo para recibir atención de los demás. En Gil, sin embargo, esto no es tan visible, ya que no tiene
nada de qué presumir, a diferencia de Paul. El único intento fallido que tiene Gil para competir con Paul es la escena en la que Paul discute con la guía de
turistas acerca de un aspecto de la vida del arquitecto Rodin; para molestarlo,
Gil dice estar de acuerdo con la guía de turistas, comentando que ha leído una
biografía de dos tomos de Rodin. Aun así, cuando regresa al pasado y escucha la
opinión de Gertrude Stein respecto a la pintura de Adriana pintada por Picasso,
Gil ya cuenta con una opinión profunda y lúcida para competir con la pedantería
de Paul, lo cual así sucede en la galería de arte.
A pesar de
que Paul es, en esencia, parecido a Gil, Paul es un personaje en el cual vemos la
máxima de François de La Rouchefoucauld: el éxito consiste en proyectar una
imagen de éxito. Paul, bien parecido y bien vestido, conferencista de La
Sorbonne, habla francés, es experto en arte y vino francés y es un gran
bailarín. Gil, por otra parte, es “modesto”, en palabra de Adriana; un
exitoso guionista en Hollywood, queno proyecta esa imagen de éxito de Paul. Esta
imagen de fracasado es lo que causa la actitud condescendiente de Paul: en la
escena en la que todos están en Versalles, Paul se burla sutilmente de Gil al
llamarlo “Miniver Cheevy” (un personaje literario de un poema de Edwin
Robinson, cuya vida consiste en imaginar lo que hubiera sido vivir en una época
anterior a la suya). Además, cuando Inés, Paul y Carol se van a bailar sin Gil,
Paul le pregunta a Inés en el taxi si Gil es buen escritor con una clara actitud
de condescendencia.
Por otra
parte, Gil tiene sus propios defectos que no debemos ignorar. En la primera
comida con Inés y sus padres, el padre de Inés comenta que no le gustan los
franceses por no apoyar a los Estados Unidos, y Gil dice que no puede culpar a
los franceses por no apoyar a los Estados Unidos en la guerra contra Irak; Inés
parece desesperada y no quiere escuchar un debate político, y Gil dice lo
siguiente:
Gil: Tu
padre apoya a la derecha del partido republicano y yo pienso que para pensar
así debe estar completamente loco
Este
comentario, por más acertado que sea, es agresivo e imprudente: hay que recordar que
el padre de Inés los ha invitado a ambos a viajar completamente gratis y el
hecho de que Gil escupa un comentario así es malagradecido.
Otro
aspecto de Gil es su personalidad antisocial. Después de que Paul y Carol
invitan a Inés y a Gil a Versalles, Gil trata de zafarse de la invitación:
Gil:
Cariño, tenemos muchos compromisos… Mañana vamos a ir a almorzar
Al regresar
a la habitación, Inés dice lo siguiente: Era obvio que no querías ir con ellos.
Además, después de la degustación de vinos con los padres de Inés, Paul y Carol
los invitan a bailar y, de nuevo, Gil declina la invitación y deja a Inés ir
sola.
Y es
precisamente este hastío de Gil junto con la imagen dorada de éxito la que
lleva a Inés a serle infiel a Gil con Paul. Inés, al principio de la película,
tiene un gran respeto y admiración por Paul, que poco a poco se transforma en una atracción más palpable. Vemos, por ejemplo, que Inés
defiende a Paul de la crítica de “pseudo-intelectual” de Gil:
Gil:
¡Vamos! [Paul] es un pseudo-intelectual
Inés: Ah…
Gil, dudo que pudiera dar una conferencia en la Sorbonne si fuera un
pseudo-intelectual
Inés dice
esto con una expresión irónica. Analicemos por un momento en la defensa de
Inés, la cual es un falso silogismo. El correcto silogismo para defender a Paul
sería el siguiente:
Sólo las
personas que saben mucho pueden dar conferencias en la Sorbonne
Paul sabe mucho
Por lo
tanto, Paul puede dar conferencias en la Sorbonne
Sin
embargo, ésta no es la manera en la que Inés defiende a Paul, ya que Inés no
parte de una deducción, sino de una inducción que argumenta lo siguiente: Paul
dará una conferencia en la Sorbonne; por lo tanto, debe saber mucho. Sin
embargo, es precisamente la segunda premisa – Paul realmente sabe mucho – la
premisa que Inés se salta y da por hecho en lugar de probarla. Inés parece
conformarse con la imagen de Paul que comunica pericia.
¿Podemos culpar
a Inés de la infidelidad? Sí y no. Inés es la hija mimada de un rico y conservador empresario
norteamericano, y no es difícil asumir que ha vivido siempre en
una burbuja que desea mantener intacta y visualmente atractiva: Inés desea vivir en Malibú, una casa con muebles
costosos y un esposo exitoso (en una escena, Inés defiende a Gil de su madre,
al decir que él es inteligente y exitoso). Y es esta burbuja intocada e
intocable la razón por la cual le es imposible reconocer la insatisfacción
artística y creativa de Gil, quien no está contento de escribir guiones de cine
para Hollywood – justamente como Scott Fitzgerald en la vida real – y desea
escribir literatura: ¿Quieres dejar todo tu éxito solamente para batallar?, pregunta Inés a Gil en una de las primeras escenas de la película. Inés desea conformarse con la superficie de la vida y no
desea ir más allá, justamente como Paul, quien se conforma con parecer un
experto en cultura francesa sin realmente serlo.
Otro de los
efectos de esta visión superficial de la vida es la reacción de Inés respecto a
la infidelidad con Paul. Cuando Gil la encara y le pregunta si es cierto, Inés
dice que sí, pero le pide, altaneramente, que lo supere y que hablen del asunto
al regresar a los Estados Unidos: Inés no parece comprender la gravedad de sus acciones, lo que
puede sentir Gil al escuchar esta noticia, pero realmente no le importa, así
como tampoco parece importarle Paul: Paul es, también, un ingrediente más de su
burbuja, otro artefacto más en su vida.
Aun así, hay
que notar ciertas cosas de Inés: Gil – y ella misma se lo dice – está muy
ocupado escribiendo; las dudas que tiene respecto a su presente y su carrera lo
alejan de Inés, quien es natural que se sienta atraída – por las razones que ya
hemos visto – hacia Paul.
Sin
embargo, no todo es apariencia entre Gil e Inés. En la primera escena la
película ambos, en el jardín de Monet, discuten acerca de la posibilidad de mudarse
a París, y ambos parecen realmente enamorados, a pesar de ser tan diferentes y
estar en desacuerdo respecto a París. Pero, desde luego, ésta es una paradoja,
porque esta escena es, como todo lo demás, imagen, y no podemos estar seguros
de si ambos realmente se amaron. Al separarse, ninguno de los dos se da la
oportunidad de arreglar su relación.
Adriana es
parecida a Inés en el sentido de que también es superficial. Adriana decide
quedarse en La Belle Epoque porque cree que ésta es la mejor época del mundo. Y
Gil también es parecido a los demás personajes de la película, ya que la idea
de que París en los 1920’s es mejor época que el presente de la película es una
imagen superficial. En la primera escena de la película, Inés le hace notar
esto, cuando le dice a Gil que él se encuentra enamorado de una fantasía.
No
obstante, él logra superar esta fantasía al final de la película, cuando tiene
la epifanía de que la insatisfacción hacia el presente es la insatisfacción
hacia cualquier presente y que si se queda a vivir en los 1920’s eventualmente
él terminará anhelando otra época pasada. Esta epifanía desde luego no es
gratis – viene con una gran decepción que lo obliga a separarse de los 1920’s,
de Adriana y de Inés, y salir a París
por la noche. La trama, desde luego, favorece a Gil y le pone en su camino a la
hermosa francesa que vende discos de Cole Porter.
El último
aspecto que hay que queda por analizar es el viaje al pasado. La película no lo
propone, pero el viaje al pasado es, en realidad, un viaje hacia la muerte. Psiconalíticamente,
el deseo de viajar al pasado es el deseo de regresar al vientre materno – a la
tranquilidad y estabilidad de la unidad con la madre. Sin embargo, el
regreso al vientre materno es imposible; lo único que se puede lograr es una
unidad con la pareja, que es lo más cercano a lo que se puede aspirar una vez
cortado el cordón umbilical. Si se trata de regresar hacia el pasado,
generalmente el individuo terminar en tragedia, como en los casos de Edipo Rey,
Jay Gatsby (protagonista de The Great Gatsby) y Lester Burnham (American
Beauty). No obstante, el universo ficticio de Midnight in Paris ofrece la
posibilidad surrealista de regresar al pasado y quedarse ahí. Aun así, ¿qué
hubiera sucedido si Gil se quedara en la década los 1920’s? Hubiera seguido
existiendo, desde luego, pero para su verdadera realidad hubiera muerto, así
como Adriana murió en los 1920’s pero vive en la Belle Epoque. Gil, al regresar
a su propia época, declina la muerte