jueves, 7 de mayo de 2015

Hombre fisgón

La vecinita tiene un gato, gato que mata por celar
 – Vico C


A Romelia le gusta Gustavo, su vecino del apartamento 15B, y Gustavo también gusta de Romelia, la vecina del apartamento 13ª, y ambos saben sobre la atracción del otro, pero ninguno de los dos se atrevía a decirse las cosas de manera directa, sin tapujos. Romelia desnuda y a veces semidesnuda sobre su cama, con la ventana descubierta; sólo Gustavo puede verla. La ve; ella, de reojo, lo descubre. Aún puerta sin tocar; plan no funciona. Cansada de esperar y caliente hasta más no poder, Romelia invita a cenar a Martín, el vecino del apartamento 17, para generar celos. Ventana de nuevo descubierta. Luz prendida, figuras y sombras. Gustavo se asoma. Romelia presiente mirada sobre ella y su amante en turno. Voltea hacia ventana a Gustavo, piensa que lo encontrara estupefacto, colérico o indignado. Nada de esto. Sorpresa total. Gustavo parte del acto sexual, o por lo menos intenta serlo, al masturbarse, con la mirada fija y sedienta de los dos allá arriba.